26 abr 2008

El que no arriesga no gana?


Sábado a la mañana, no pude dormir a mis anchas como usualmente hago. Esta vez me levanté temprano, al menos por ser fin de semana, a las 10. Anoche también me costó un poquito dormirme, y eso que estaba cansada y tenía mucho mucho sueño.

Estoy nerviosa, debo confesarlo. Creo que hoy es un día clave, después de acá estoy jugada y puede pasar cualquier cosa. Lo que viene no va a ser nada en comparación con la incertidumbre de la semana pasada, ya he pasado por momentos similares y sé de que se trata. El problema es que ahora de verdad me importa lo que pase; antes me ponía mal y no sabía muy bien por qué, en cambio ahora conoceré perfectamente el motivo.

El miércoles me escribió y el jueves llamó, sobra decir que respiré aliviada. Tal como la mayoría de los pronósticos auguraba él apareció y me sentí una tonta por ponerme tan ansiosa el martes. Sus mensajes fueron muy breves, pero concretos: me preguntó cómo estaba, me contó que él estaba bien pero cansado y que esa tarde se iba al interior por trabajo, y me envió besos, MUCHOS besos (sic). El jueves salí a comer con amigas, al principio coloqué tímidamente mi celular sobre la mesa del restaurant, y luego al transcurrir los minutos lo guardé en la cartera. Un rato después chequeé el display y descubrí sorprendida una llamada perdida suya. Esperé unos minutos y lo llamé; lo noté muy cansado, no se escuchaba bien, me dijo que quería saber cómo estaba yo, que estaba en La Pampa, que volvía el viernes tarde u hoy sábado a más tardar al mediodía; que era hermosa (yo le dije que él era un mentiroso, igual que el sábado pasado jaja), y por último me dijo que lo llamara hoy si quería hacer algo. Ay, me poné frenética que insista tanto en que yo lo llame ... ¿¿¿por qué??? Le contesté que no lo quería molestar por si estaba descansando, que le enviaba un sms, y él siguió insistiendo. Nos despedimos con varios besos de por medio, tras 5 minutos de charla.

¿Cuál es el punto ahora? ¿Debo llamarlo? Muchos dirían que estoy debidamente habilitada a hacerlo porque él me lo pidió, pero debido a mi inseguridad patológica dudo que sea una buena idea. ¿Y si no lo llamo? ¿Corro el riesgo de mostrar desinterés? ¿Me está probando?

Ayer una de las dos amigas a quién les conté sobre E. me dijo que debería relajarme un poco y dejar que las cosas fluyan, después de todo nadie sabe lo que puede pasar y no tengo garantía de nada, y me preguntó por qué tengo tanto miedo. Mi otra amiga es más bien escéptica, de alguna manera sugiere que me estoy apresurando, y me llama mucho la atención porque ella es bastante más lanzada que yo.

Sé que en última instancia voy a hacer lo que sienta en ese momento, más allá de lo que me diga el resto del mundo. Y sé que me haré cargo de mis acciones aunque en los días subsiguientes esté nuevamente devorándome las uñas ante la incertidumbre de saber cómo va a continuar todo esto. Sólo debo estar preparada para lo peor ... o quizás también para lo mejor ...

1 comentario:

ajsoifer dijo...

Creo que es evidente que tenés que esperar que él te llame. Hacé tu vida y esperá que se digne a levantar el tubo. Más teniendo en cuenta que si vuelve de viaje podrá estar fastidioso o cansado y eso interpretarlo vos como signo de otra cosa.