1 may 2008

Y cómo es él?


Creo que es hora de que les hable de E., de cómo es él. Porque hasta ahora no hice otra cosa que contar todo lo que pasó entre nosotros desde que la vida (o mejor dicho Facebook) hizo que nos volviéramos a cruzar.

E. es atractivo (sin llegar a ser buen mozo), tiene una mirada penetrante e es innegablemente sexy. Tiene una estatura mediana, es delgado, atlético, y su boca y sus manos son hermosas. Es muy inteligente, culto y tiene mucho mundo. Quizás habla demasiado de él, y habla muy rápido también, no sé si producto de cierta disimulada timidez. Sabe que es lindo, sabe que es inteligente y eso hace que sea muy seguro de sí mismo, lo que exuda sensualidad. Es tremendamente prolijo en su apariencia, es elegante y se viste muy bien.

Recuerdo que cuando lo veía en el estudio (la empresa donde nos conocimos hace 10 años) no podía evitar suspirar. Lo veo todavía con sus trajes azules o grises impecables, sus inmaculadas camisas blancas y sus bellas corbatas, siempre bien peinado y oliendo exquisito, siempre seductor aunque distante. No hablábamos mucho en esa época, nos encontrábamos en algún pasillo o en el ascensor o en la puerta del edificio, y me saludaba con un simple "hola, cómo estás". Nunca iba a los eventos sociales, es decir fiestas, despedidas, cumpleaños, happy hours, o al menos no recuerdo que hayamos coincidido en ninguno. Si no fuera por él, tampoco recordaría ese pico que nos dimos en la fiesta de fin de año en el Sheraton. Creo que sí alguna vez nos cruzamos en Pinamar.

Siempre lo recuerdo de novio: con una chica del estudio, una rubia insulsa y esquelética que ni siquiera era linda (sin ánimo de ofender, juro que es la verdad) y mucho menos simpática. Con ella salió varios años e incluso convivieron. Yo hubiera jurado que se había casado con ella pero él me contó que se está por casar con otro y que mantienen una muy buena relación. Después se ve que salió con otras, de acuerdo a lo que me contó: hubo una María, una Gabriela, una Betina, etc etc.

No habla mucho de su familia, parece que estuviera muy solo en ese sentido. Su mamá murió cuando él tenía 22 años, tiene un hermano mayor al que no ve, y hasta donde sé un sólo sobrino, el adolescente que les comenté el martes. Tiene también dos ahijadas. Dice que le encantan los chicos, hasta me dijo que uno de los cuartos de su departamento está destinado para el hijo o hijos que piensa tener. Tiene varios amigos, según parece, a los cuales conozco en su mayoría porque eran del estudio, con quienes se encuentra prácticamente todas las semanas y con un par mucho más seguido.

Quedé gratamente sorprendida por su formación intelectual y miren que no es fácil impresionarme. Es contador y licenciado en administración de empresas, pero desde hace unos años está estudiando sociología. ¿Qué tal? Se nota que es un ávido lector, hablamos mucho de libros y pude curiosear también su interesante biblioteca. Le gusta mucho la música y el cine. Le gustan los idiomas; habla un perfecto inglés y también está estudiando francés. Le encanta viajar, tiene una pasión que raya en lo inexplicable por Irlanda ("tenés que ir", me dijo varias veces) y una gran fascinación por La Gran Manzana. Tiene un agudo sentido del humor, sabe reírse de sí mismo aunque hasta ahí nomás.

Su casa es grande, luminosa y ordenada, casi un reflejo perfecto de su personalidad. Cuando me preguntó si me gustaba, le respondí que sí porque está llena de libros, CDs y fotografías. Tiene varias fotos de él en sus viajes, con amigos, y una de su madre cuando era chica que me conmovió particularmente. Todo está muy ordenado, tiene varios espejos y muchas ventanas.

Ahora bien, detrás de esa personalidad arrolladora, también existe un egocéntrico, un soberbio y un tímido solapado. Incluso tras esa seguridad en sí mismo, creo que hay un dejo de inseguridad que se trasluce en su necesidad de quedar siempre bien, causar una perfecta impresión en cada acción que ejecuta, ya sea trabajando, haciendo algún deporte o tratando de conquistar a una mujer. Hasta puedo imaginar una mente bastante calculadora, como si midiera cada paso que da, como si no se detuviera hasta conseguir sus propósitos, como que nada es casual en él.

Eso es todo lo que pude ver hasta el momento, aunque sé que todavía puede haber mucho más. ¿Quién sos, E.? ¿Lograré conocerte en realidad o sólo me permitirás llegar hasta dondé vos quieras? ¿Y después qué? Debo admitir que hasta ahora todo lo que vi me gustó, incluso sus más oscuros defectos. Sé que sos un enigma ... y mal que me pese, siempre adoré las personalidades complejas y los misterios ...

No hay comentarios: