1 mar 2008

Yo, la peor de todas?

Ultimamente y cada vez más, me pregunto cual será mi problema. Sé que tengo varios pero me refiero a mi problema principal.
No soy fea, no soy gorda, soy bastante proporcionada, tengo buenas lolas, supe tener muy buena cola (ahora zafo). Tampoco soy tonta, antipática, no tengo defectos insalvables. Pero por alguna razón me fijo inevitablemente en algún imbécil que no me aprecia, no me valora, me usa y se aprovecha de mi inconfesada inseguridad.
"Las relaciones toman el rumbo o camino que uno les da". Sabias palabras, yo siempre me equivoco desde el principio: quizás doy demasiado y muy pronto por miedo a que me rechacen y eso termina sucediendo de todas formas. Tal vez sea masoquismo o quizás es algo peor. A veces siento que soy totalmente incapaz de seducir a alguien normal, atractivo sin ser lindo, con dos dedos de frente y un mínimo de sentido común. Puedo ser la amiga, el fato, la amante, la conquista del verano, el back up, pero nunca la mujer su vida, un amor real. Jamás.
Me gustan los tipos inalcanzables, aquellos que desde el vamos me dicen a gritos que nunca podrán tener algo serio conmigo. Hay otras cosas que nunca me pasan. Soy la que va sola a casamientos, cumpleaños, comidas, casamientos, bautismos, despedidas, asados, reuniones del trabajo, reuniones fuera del trabajo, y fiestas de fin de año. No suelo ser el centro de atención de nadie, quizás sí blanco de lástima por mi soledad. Cuando aparece un potencial candidato nunca me lo quedo yo, seguro que se va con otra más bella, más sexy, más misteriosa, más histérica, o se va con la mosquita muerta o el lindo gatito. Según las estadísticas hay muchas mujeres que hombres, y si contamos a los gays, es evidente que no hay novios para todas. Pero mi problema va más allá (algunos todavía quedan), creo que soy invisible o transparente para los hombres potables y disponibles. Sólo atraigo a los idiotas, los insufribles, los desagradables, los chiflados, los torturados, los fóbicos al compromiso. Y estoy comenzando a sufrir tanto estar sola como lo que deben pensar los que son testigos de mi soledad, cosa que antes no me preocupaba.
He salido con uno, he salido con otro. El sueño ha durado dos-tres meses o a veces tan sólo un noche o una semana. Para ellos siempre fui la otra, la de transición, la que dejan para volver con su ex, la segunda, el parche, a la que llaman porque no pueden volver con la ex que los dejó por otro y no pueden recuperarla, la aventura de verano, el trofeo, las que les sube o les aumenta aún más la autoestima. Siempre estoy en el banco de suplentes, soy el auto muleto, la sparring. O como en una de las fiestas del verano pasado, la que se encarga de llevar el auto de una amiga que se fue temprano con un bombón a pesar de no saber manejar y a la que le piden que se consiga un gil que los lleve a ambos, al auto y a ella. La que luego le piden que se haga cargo del jefe de otra amiga que anda borracho y engañando a su esposa por ahí, que tuvo que dormir en el living para no escuchar los gemidos de su roomie que se había mudado acompañada por supuesto al cuarto vecino. La que sedujcen en la playa top bajo las estrellas y luego abandonan sin previo aviso ni despedida para que se vuelva en el auto de los amigos. Aunque no lo crean todas esas soy yo.
Como dice un amigo mío, que más que un amigo parece mi verdugo, tal vez sea cuestión de afinar un poco la puntería, de disparar en el momento justo y especialmente de ajustar la mira en el momento de identificar si un tipo me va a dar lo que busco o no. Porque idiotas hay en todos lados. Quizás deba dejar de buscar para que algo suceda aunque también es verdad que no busqué la mayoría de esas situaciones, se dieron casualmente. Quizás en el fondo crea que no merezco a ese ser tan maravilloso e imperfecto que aseguro buscar y por eso me conformo con cualquier cosa. Será cuestión de elegir el camino opuesto al que normalmente elijo, y hacer todo o casi todo al revés. Será que hay que disfrutar del hombre equivocado hasta que llegue el indicado. Pero cuántos hombres equivocados me quedan todavía?
Quien sabe ... desconfío de las fórmulas mágicas.

2 comentarios:

La niña del agujero en el corazón dijo...

a ver si tienes suerte y encuentras al indicado..

:-)

ajsoifer dijo...

Leo y leo tus posts y no puedo dejar de sentirme en algún punto tocado, identificado, haciendo catársis leyendo lo que a vos te pasa que se parece tanto a lo que me pasa a mí.